El cambio climático y la crisis ambiental por la contaminación es un tema que actualmente abarca todas las industrias; y la industria de la moda es una de las que más contamina en el mundo debido a los procesos con los que se fabrican los textiles. Sin embargo, las cosas poco a poco comienzan a cambiar y lo que se conoce como moda sustentable, cada vez se convierte más en tendencia mundial.
Qué es la moda sustentable
Actualmente muchas marcas nacionales e internacionales apuestan por fomentar la compra de productos a conciencia; es decir, prendas y accesorios que tengan mayor tiempo de vida y que, con el tiempo, puedan repararse, reutilizarse y reciclarse. Otra de las preocupaciones, además de la huella de carbono y uso de agua, es la protección a los animales, es por eso que firmas como Prada, Miu Miu y Gucci se comprometieron a dejar utilizar pieles y sustituirlas con ECONYL (un nylon hecho de residuos plásticos de los océanos)
En nuestro país algunas tiendas ya llevan a cabo esta labor de ofrecer prendas para darles una segunda vida. No obstante, algunas marcas lo han llevado más lejos y ya comienzan a buscar que sus procesos sean amigables con el ambiente. Aquí te presentamos cinco de éstas:
Last Forever Market
Esta tienda ofrece alternativas para dar un segundo, tercer o hasta cuarto uso a las prendas. Gracias a que está en tendencia la ropa vintage, Last Forever Market busca integrar estas piezas al guardarropa habitual para que sean usadas con ropa más moderna. No busca radicalizar la forma en que se consume la ropa, sino generar un consumo más consciente.
Zaavia
Todas las piezas de esta marca mexicana están pensadas en llevar la sustentabilidad a la práctica: conocer los procesos de manufactura, de dónde vienen los materiales y que sean cien por ciento naturales. Todas sus piezas son elaboradas con fibras naturales, principalmente de palma, cuya cosecha no afecta la vida de la palmera; el resto de los materiales (complementarios como metales, pieles y maderas) son rescatados de peleterías y otras industrias.
Robert´s
La parte de responsabilidad ecológica de la marca de sastrería mexicana, tiene que ver con el uso de materiales sustentables y que no dañen el medio ambiente. Para ello trabajan con proveedores que tengan los sellos de confianza que certifican que no lastiman a los animales; donde sus plantas dejen poca o nula huella de carbono en sus procesos; y poco uso de agua. Además de utilizar algodones orgánicos, bambú y otro tipo de materiales amigables con el ambiente.
Además, como forma de crear conciencia entre la gente, lanzaron una campaña de reciclaje de ropa que puede ser de diferentes maneras. Para ello instalarán buzones en todas sus tiendas para que la gente pueda dejar toda esa ropa que se acumula en el armario, y que muchas veces termina en la basura. A cambio de estas donaciones, Robert´s otorga descuentos especiales a las personas que se sumen, además de que aceptan cualquier tipo de ropa (hombre, mujer, niños), de cualquier tela y marca. Las prendas que se recaudan son separadas para que algunas tengan una segunda vida; mientras que otras acaban en las industrias automotriz o constructora, en la carrocería de los automóviles o como aislantes.
Elementa
Esta marca sustenta toda su producción en un material: bambú. La marca comenzó en 2017 ofreciendo playeras de este material que, además de ser eco-friendly, es muy cómodo y suave al tacto. Otro de los beneficios que aportan es que en sus prendas, las bacterias que provocan malos olores, no sobreviven, lo cual deriva en ahorro de agua pues se pueden usar varias veces sin necesidad de lavarlas.
Anuar Layon
Este productor de moda independiente se caracteriza por usar 85% de materiales nacionales que no contaminan. El desarrollo de prendas atemporales también es importante para esta marca mexicana, pues asegura que la compra sea una inversión y no un gasto, pues la sustentabilidad no solamente es responsabilidad del diseñador, sino también del consumidor.
Otro aspecto importante de esta marca es que busca que sus proveedores cuenten con los certificados en sus procesos de producción; de esta manera evita la explotación infantil y asegura que las condiciones de trabajo favorezcan a los trabajadores y sus comunidades.