El 20 de enero del 2021 quedará registrado en la historia como el día en el que una mujer llegó por primera vez a la vicepresidencia de uno de los países más poderosos del mundo. Un acto que, sin duda, abona positivamente a la lucha para romper el techo de cristal que ha provocado que millones de mujeres pierdan oportunidades solo por no ser hombres.
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Durante su primer discurso como vicepresidenta electa, Kamala Harris decretaba que sería la primera, pero no sería la última. Mientras ella le hablaba a una nación dividida y tenía los ojos del mundo sobre ella, las cámaras presentes mostraban a niñas y mujeres afroamericanas agitando la bandera de su país con mucha alegría y orgullo por ver a una de ellas ahí, en un lugar en donde podrá tomar acciones para construir un mejor futuro para ellas.
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Una de las razones por las que se impidió la llegada de mujeres calificadas a los cargos más importantes de sus naciones era la ideología machistas de que con un puesto importante abandonan sus ideales y se corrompen. Sin embargo, trayectorias como la de Ángela Merkel, en Alemania; Jacinda Ardern, en Chile, y Michelle Bachelet, en Chile, nos muestran que las mujeres pueden enfrentar cualquier reto.
¿Por qué es importante la llegada de Kamala Harris a la vicepresidencia de Estados Unidos?
Estudios revelan que cuando existe la participación activa de mujeres en cargos importantes se reduce la incertidumbre entre sobre el desempeño de otras mujeres y se evalúan de forma equitativa. Además, incentiva a otras a tomar actividades que representen liderazgo, reduciendo su actividad doméstica.
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Figuras femeninas como Kamala Harris se convierten en motivantes para niñas y adolescentes que comenzarán a percibir que pueden tener una carrera exitosa y sus familias comienzan a invertir más en educación.
Hoy vemos llegar a una mujer afroamericana, hija de inmigrantes, madre de familia y activista social, a uno de los puestos más importantes de Estados Unidos, tal vez mañana sea tú quien le abras camino a más mujeres.