El Día de las Madres es una de las conmemoraciones más importantes en el mundo y nos invita reflexionar sobre la vida y obra de la mujer que nos dio la vida. Aunque en México la celebración está fija el 10 de mayo, en otros países tiene fechas distintas como el 21 de marzo en Egipto, el 15 de agosto en Bélgica o el 22 de diciembre en Indonesia.
Si bien, en la actualidad es una fecha más relacionada con festejos; los primeros registros nos llevan a que era un evento religiosos, pasando por la reivindicaciones de un grupo de madres que entregó todo por su país, llegando con los años a lo que conocemos hoy en día.
Una tradición que proviene desde la antigüedad
Los primeros registros que hay de esta festividad proviene de la antigua Grecia. Ahí rendían culto a Rea, madre de los dioses Zeus, Hades, Poseidón y Era, entre otros. Esta tradición fue adoptada por los romanos, quienes durante el equinoccio de marzo celebraban las Hilarias, fiestas dedicadas a la madre tierra y la fertilidad. Posteriormente, con la llegada del cristianismo, se conservaron las fiestas, pero se centraron en la Virgen María.
Su paso de la festividad al reconocimiento
El Día de las Madres que conocemos en la actualidad no se concebiría sin la insistencia de Anna Jarvis, una periodista que buscó que la fecha fuera utilizada para reconocer a las mujeres que participaron en la guerra civil de Estados Unidos, dejado a un lado su origen religioso.
Anna tenía un gran afecto y admiración por su madre, Ann Jarvis, ya que durante la guerra civil creó y organizó grupos de trabajo con otras madres para cuidar de los soldados y mejorar la salud pública. Ann denominaba estos días de labores como Día de las Madres.
La lucha por el reconocimiento oficial
Tras su muerte, el 12 de mayo de 1905, Anna comenzó una campaña para convertir el Día de las Madres en una conmemoración oficial. Para lograrlo, envió cartas a senadores, gobernadores y celebridades año con año.
Además de sus insistencia con personalidades de las altas esferas, la periodista llevó a cabo un homenaje a su madre en 1908. Estas acciones culminaron con el reconocimiento de la celebración en 1911 y al establecimiento de la fecha oficial el segundo domingo de mayo, en 1914.
A pesar de que había conseguido su cometido, Anna se enfrentó a grupos que querían utilizar el día para celebrar a sus madres, y buscó que la fecha fuera exclusiva para conmemorar a las madres que se desprendieron de sus obligaciones en el hogar para ayudar a su país. Sin embargo, la sociedad terminó desechando el patriotismo.
Una celebración a la mexicana
El primero Día de las Madres celebrado en México fue en 1922 por iniciativa de Rafael Alducin, que en ese entonces era el director del periódico Excélsior. El periodista aprovechó su cargo para convocar al pueblo de México a adoptar la festividad estadounidense. La propuesta fue apoyada por la Cruz Roja y el Episcopado Mexicano, así como por el secretario de educación José Vasconcelos.
La convocatoria tuvo muy buena recepción por parte de los mexicanos y se eligió el 10 de mayo como la fecha de celebración ya que en esas fechas se pagaban los salarios los días 10 de cada mes.