Existen diversas sustancias benéficas para mantener una buena salud, lo cual se traduce en una imagen lozana y la energía adecuada para realizar las actividades diarias. Sin embargo, algunas de ellas no pueden ser producidas por nuestro organismo, como en el caso del ácido linoleico conjugado o CLA, el cual es capaz de reducir el tejido adiposo, aumentar la masa muscular y hacer frente a la diabetes, ya que reduce la resistencia de insulina.
El CLA (por sus siglas en inglés), es un tipo de ácido linoleico, es decir, un ácido graso esencial Omega-6. El término “conjugado” hace referencia a que es una molécula que está ligeramente modificada y aporta ciertos efectos saludables para el organismo, la cual debe ser incorporada en cantidades suficientes a través de la alimentación o con ayuda de suplementos, ya que el cuerpo humano no es capaz de producirla por sí mismo.
De acuerdo con el Dr. Carlos Jarne. Director Médico de Clínica Toscana (Barcelona), Postgrado Universitario en Micronutrición (Univ. De Bourgogne, Francia) y responsable del departamento médico Ysonut, algunos de los beneficios de la ingesta de el CLA son:
- Posee acciones muy interesantes frente al sobrepeso y la obesidad: por un lado, dificulta la construcción de depósitos de grasa en los tejidos (lipogénesis) y además aumenta su destrucción (lipólisis).
- Actúa a nivel muscular optimizando su metabolismo y mejorando la masa muscular (y así, la calidad de la piel).
“Diferentes estudios muestran que dosis diarias de entre 1.8 y 3 g al día de CLA producen una pérdida del 6% del tejido adiposo, un aumento de la masa muscular de 5%, y una reducción de la circunferencia de cintura y cadera de más del 4%. Por tanto, tiene un efecto protector frente a los cánceres que provoca la obesidad. También es interesante para proteger del exceso de grasa que se acumula en espalda y en abdomen en las mujeres al llegar la menopausia”. Resalta Jarne.
- Reduce el colesterol “malo” y los triglicéridos, por lo que contribuye a proteger la salud cardiovascular.
- Reduce la resistencia de insulina, favoreciendo la utilización de los azúcares por los músculos, que utilizan de forma más eficiente esa energía, y protegiendo frente a la diabetes.
Este ácido lo podemos encontrar en la leche de oveja o de cabra y la carne de los animales rumiantes lo contienen, pero sobre todo está presente en cantidades significativas en ciertos aceites vegetales como el aceite de maíz, de soja o de girasol.
Las semillas de cártamo son las más concentradas en ácido linoleico conjugado, por lo que el aceite de dichas semillas se utiliza para formular suplementos concentrados en CLA.
La suplementación es segura siempre y cuando se trate de formulaciones de calidad. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria reconoce el CLA como Novel Food desde 2010, y establece como segura una ingesta diaria de 3.5 g por día durante un plazo de hasta 6 meses. Por lo cual es importante consultar con un médico especialista en nutrición para determinar las cantidades y tiempos adecuados para cada organismo.
El Dr. Jarne concluye que sin duda la mejora de la gestión energética en nuestro organismo, lleva a una reducción del exceso de masa grasa corporal. Y, para lograr efectos aún más pronunciados siempre la asociamos a una dieta equilibrada y unos buenos hábitos de actividad física. Claramente ayuda a potenciar los beneficios del deporte.