La popularidad de la semilla de chía se debe a su alto contenido en fibra, es ideal para limpiar el organismo, su consumo es principalmente como aditivo de bebidas y alimentos, para enaltecer estos beneficios el consumirla en germinado es una gran opción. Los germinados al ser un alimento vivo mantienen sus nutrientes hasta el momento de consumirlos, lo cual no sucede con otros alimentos que al ser extraídos comienzan a perecer y perder sus cualidades nutrimentales.
¿Por qué consumir germinados de chía? Karla Galindo, Nutrióloga de Cultivos Naturales San Francisco, nos comparte 5 de sus principales propiedades y beneficios que ofrecen.
- Ácidos Grasos. Como omega 3 y omega 6, que tienen efectos en el organismo, protegen el corazón, mantienen alerta y en óptimo estado el sistema nervioso, ayudan a tener un buen flujo sanguíneo en los órganos y tienen efecto antiinflamatorio.
- Ayuda a tener niveles óptimos de colesterol y glucosa en la sangre. Hace posible que se mejore la función intestinal, permitiendo una mayor absorción de nutrientes y con esto el buen estado físico en general.
- Su contenido de antioxidante es equiparable a tomar un sumo fresco de zarzamora, por lo que su consumo habitual permite la protección y el buen funcionamiento de las células.
- Aminoácidos. Es importante resaltar que la germinación de la chía, aumenta el contenido de L-triptófano que tiene importantes funciones en el sistema nervioso y promueve la liberación de serotonina que da sensación de bienestar en general, contrarresta el insomnio y cansancio.
- A diferencia de la semilla, el germinado de chía contiene vitamina C que ayuda a desempeñar una función importante en los procesos de desintoxicación que tienen lugar en el hígado y además facilita la absorción de hierro. También tiene un importante contenido de vitamina E, poderoso antioxidante que neutraliza los radicales libres, favorece a la cicatrización, brinda hidratación, elasticidad y luminosidad a la piel. Vitamina A que favorece al crecimiento porque ayuda al desarrollo de los huesos y participa en la formación de hormonas sexuales. Vitamina B1, ayuda al correcto funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso. Vitamina B3 aporta importantes funciones en el sistema nervioso, digestivo y en la piel. Por último, la vitamina B9, esencial para el desarrollo del feto en mujeres embarazadas, también participa en el funcionamiento enzimático y en el buen estado del sistema sanguíneo.