Todos hemos adoptado una hora para bañarnos que se acople a nuestra rutina diaria. Y si bien, cada uno decide cómo y cuándo bañarse, lo cierto es que el horario puede influir mucho y puede tener consecuencias en nosotros.
Ducharte en la mañana antes de comenzar nuestra rutina es ideal para despertar, especialmente si hemos dormido mal. Sin embargo, para aquellos que sufren insomnio es recomendable tomar una ducha por la noche.
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Bañarse por las mañanas
La revista Muy Interesante publicó un artículo donde detalla las ventajas de bañarse por las mañanas, entre las que destacan el ayudarnos a enfrentar el día con mayor energía, acaba con la transpiración de gérmenes que invadieron nuestro cuerpo por la noche y ayuda a la humectación de la piel.
Los contras de hacerlo por las mañanas es que te vas a la cama con la suciedad del día, sacrificas horas de sueño, puede influir en la retención de líquidos.
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Bañarse por la noche
Por otro lado, los beneficios de bañarse por las noches es que remueves la suciedad y el sudor del día, permitiéndote dormir limpio y cómodo.
Los contras es que puede vigorizar tu cuerpo de tal manera que te sea difícil dormir.